Banquetear ha sido siempre un arte, tanto para conseguir invitaciones como para una vez dentro no derrapar en el exceso. Acometiendo la recta de salida de los fastos navideños vemos una gran multitud aquejada de diversos empachos. En esta ocasión no hay problema de que me ponga el primero dado que he sufrido exceso de secreciones en la trompa ...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..