Todos hemos visto caer por nuestro rostro lágrimas de autocompasión. Un hecho que en nada nos beneficia.
Ante una circunstancia adversa que no estamos preparados para enfrentar, nos lanzamos a la queja, la consolación y la pena por nosotros mismos. Nos convertimos en una víctima de las circunstancias.
Lee: Los efectos de las emociones y pensa...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..