Situar la nariz en una manzana y no captar su apetecible olor. Acercarnos a una flor y no percibir ningún matiz agradable de su fragancia. Sentarnos a comer y no olfatear ningún tipo de comida. Más aún, en muchos casos lo que sucede es que lo que sentimos es una extraña pestilencia. Este tipo de trastorno recibe un nombre muy concreto: cacosmi...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..