Tus hijos no se merecen que descargues sobre ellos todo tu estrés, tu ansiedad, tus miedos y las malas vivencias que puedes experimentar en un día.
Es fácil gritarles, enfadarse con ellos e, incluso, castigarles sin motivo.
Sin embargo, no te das cuenta de que ellos no tienen la culpa de lo mal que te haya ido en tu jornada o lo frustrado que t...
Si te gusto esta noticia puede que te interesen estas..