Los niños que rechazan la verdura abundan en el mundo. Sus reacciones frente a estos alimentos son casi universales: tuercen la nariz, voltean la cabeza, fruncen el ceño o escarban en el plato hasta encontrar algo atractivo para su paladar.
Algunos padres ven estas conductas como señales de que están malcriados, pero es así. Hay factores orgá...
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