Poco a poco van cayendo todos los timos de la Farmafia como brevas maduras. Se van rasgando los finos velos que ocultaban los timos, solamente a los que se esforzaban en no querer mirar.
Como dice el dicho: es más fácil engañar a alguien que convencerlo de que lo han engañado. Aunque parezca absurdo que la gente ponga todo de su parte para q...
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